jueves, 29 de marzo de 2012

El Mapa Mundi de Peters, un intento de acabar con el eurocentrismo

El intento de representar la Tierra es muy antiguo y cuando nadie pudo dudar de que la Tierra era redonda, se vieron con mayor claridad las dificultades que planteaba la confección de un planisferio partiendo del globo terráqueo. En el año 1569 una proyección cilíndrica del geógrafo Mercator supuso el mapamundi que ha sido más aceptado y utilizado durante los últimos siglos.

Sin embargo, esta proyección, como ha demostrado el historiador Arno Peters, tiene numerosas incorrecciones que pueden resumirse bajo el calificativo de “eurocentrismo“. Este mapa es una expresión de la época de europeización del mundo, de la época en la que el hombre blanco dominaba el planeta. Una encuesta de opinión del año 1968 mostraba que el 94% de las personas encuestadas aceptaba la representación del globo de Mercator (y de los mapas derivados) como una imagen real, fidedigna del planeta. Un 5% sabía que era imposible representar la superficie del globo en una proyección plana sin cometer distorsiones, pero consideraba que se trataba de un problema cartográfico y que la imagen resultante era real, exceptuando algunas distorsiones en las regiones polares. Un mapa puede ser más importante de lo que parece: Todos nos hemos acostumbrado a mirar el mapa mundi aceptando que nuestro hemisferio -en el que está Europa- es más grande y está en el centro cuando es totalmente falso.

De hecho, en el mapa de Mercator Europa (9,7 millones de km. cuadrados) aparece mayor que América del Sur (17,8 millones de km. cuadrados), la antigua URSS (22,4 millones de Km. cuadrados) se ve mayor que África (30 millones de km. cuadrados), el ecuador geográfico no aparece en el centro del mapa ya que dos tercios se dedican a la representación del hemisferio norte, Escandinavia (1.1 millones de km. cuadrados) se representa mayor que la India (3,3 millones de km. cuadrados), Groenlandia (2,1 millones de km. cuadrados) aparece en el mapa mayor que China (9,5 millones de km. cuadrados)… la distorsión eurocéntrica es tal que provoca que Italia parezca de igual tamaño que Somalia cuando el país africano tiene el doble de territorio.

¿Por qué no solucionar tantos errores? Sólo habría que impulsar este mapa confeccionado por Arno Peters que básicamente distribuye las distorsiones inevitables debidas a la representación de la esfera sobre plano a medias entre el Ecuador y los Polos y de este modo el reparto norte/sur es correcto y un centímetro cuadrado en cualquier punto del mapa (formato 113572 cm.) representa 63.550 km2 en la realidad, con lo que ningún país sale “beneficiado” ni “perjudicado” en el reparto.

Mapa Mundi de Arno Peters:

miércoles, 28 de marzo de 2012

viernes, 23 de marzo de 2012

La película Airbag completa

Cada viernes intentaré colgaros una película completa para que tengáis un rato de entretenimiento el fin de semana

jueves, 22 de marzo de 2012

Mix


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En la jungla todos los días cuando se despierta una gacela lo primero que piensa es que tiene que correr más rápido que el león más veloz, si no quiere morir devorada.
En la misma jungla, todos los días cuando se despierta un león lo primero que piensa es que tiene que correr más rápido que la gacela más veloz, si no quiere morir de hambre.
Moraleja: Seas gacela o león, cada mañana empieza a correr todo lo que puedas.

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Las hamburgueserías norteamericanas McDonald’s, creadas en 1955, no tuvieron mesas ni asientos hasta 1966. Se concibieron para una sociedad industrial, sin apenas tiempo para comer.
Fue la filosofía de comida rápida, llevada a sus últimas consecuencias.



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Una granja avícola moderna puede matar, desplumar, limpiar de vísceras, refrigerar y
empaquetar de forma automática una media de 1’5 pollos por segundo.



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En la Primera Guerra Mundial, el káiser Guillermo II también se puso como objetivo estratégico –como años después le pasó a Hitler- la invasión de la isla británica. Los ejércitos del káiser habían llevado a cabo unas brillantes campañas por toda Europa y llegó el momento de cruzar el Canal de la Mancha. Le ordenó a uno de sus principales generales, llamado Von Moltke, que idease y definiese un plan de asalto y conquista de la isla británica.

Después de unos cuantos días sin respuesta por parte del general, el káiser se interesó por cómo iba el plan de invasión. Moltke no lo tenía muy claro. O mejor dicho, lo tenía demasiado claro y esto es lo que le respondió a Guillermo II: “Majestad, tengo cinco planes para poner un ejército en Inglaterra, pero no tengo ninguno para hacerlo volver a Alemania”.

jueves, 15 de marzo de 2012

El hombre y la ciudad

Por su interés, copio este artículo de 2 intelectuales (uno chino y otro israelí) sobre un tema muy interesante:

¿Cuál es el evento más importante de nuestra era? Depende del día, pero en el caso de que pensemos en siglos y no en días, seguramente la urbanización de la humanidad es un fuerte contendiente. Hoy en día, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, en comparación a menos del 3% en el año 1800. Hasta el año 2025, se espera que China, por sí sola, tenga 15 “mega-ciudades”, cada una con una población que llegue al menos a 25 millones de personas. ¿Están los críticos sociales en lo correcto al preocuparse por la soledad atomizada de la vida en una gran ciudad?
Es cierto que las ciudades no pueden proporcionar el rico sentido de comunidad que a menudo caracteriza a los pueblos y ciudades pequeñas. Sin embargo, en las ciudades se desarrolla una forma distinta de comunidad. A menudo las personas se enorgullecen de sus ciudades, y tratan de fortalecer las culturas cívicas que las distinguen.
La historia sobre el orgullo que se siente por la ciudad en la que se vive comenzó hace muchos siglos atrás. En la antigüedad, los atenienses se identificaban con espíritu democrático de su ciudad, mientras que los espartanos se enorgullecían de la reputación de fuerza y disciplina militar de la suya. Por supuesto, las áreas urbanas de hoy en día son enormes, diversas y plurales, por lo que puede parecer extraño decir que una ciudad moderna tiene un espíritu distintivo que permea la vida colectiva de sus residentes.
Sin embargo, las diferencias entre, por ejemplo, Beijing y Jerusalén, sugieren que las ciudades realmente tienen un espíritu distintivo. Ambas ciudades están diseñadas con un núcleo rodeado por círculos concéntricos; sin embargo, el núcleo de Jerusalén expresa los valores espirituales, mientras que en Beijing representa el poder político. Además, el espíritu distintivo de una ciudad da forma a mucho más que a sus líderes. Beijing atrae a los principales críticos politólogos de China, mientras que en Jerusalén, los principales críticos sociales abogan por una interpretación de la religión que mantiene que las personas son sagradas y no así los objetos inanimados. En ambos casos, a pesar de las objeciones a los principios específicos de la ideología dominante, pocos rechazan el espíritu distintivo propio de cada ciudad.
También podemos pensar en Montreal, cuyos habitantes deben navegar en las aguas entreveradas de las políticas lingüísticas. Montreal es un ejemplo relativamente exitoso de una ciudad en la que tanto los anglófonos como los francófonos se sienten en casa; pero sin embargo, los debates lingüísticos dominan el escenario político, y dichos debates estructuran un espíritu distintivo del cual se apropian los residentes de dicha ciudad.
Hong Kong es un caso especial, donde el modo de vida capitalista es tan fundamental que está consagrado en la Constitución (la Ley Básica). Sin embargo, el capitalismo al estilo de Hong Kong no se basa simplemente en la búsqueda de la ganancia material. Se sustenta en una ética confuciana que prioriza el cuidado de los demás por encima del interés individual, lo que ayuda a explicar por qué Hong Kong tiene el mayor porcentaje de donaciones caritativas en Asia Oriental.
Por otro lado, Paris se distingue por su espíritu romántico. Pero los parisinos rechazan el concepto banal de Hollywood de que el amor es una historia que siempre tiene un final feliz. Su idea de romance se centra en su oposición a los valores formales y la previsibilidad de la vida burguesa.
En verdad, muchas ciudades tienen identidades distintivas de las cuales sus habitantes se sienten orgullosos. El orgullo urbano, lo que llamamos "civismo", es una característica clave de nuestras identidades en la actualidad. En parte, esto es importante porque las ciudades que tienen un espíritu distintivo claro resisten mejor a las tendencias homogeneizadoras de la globalización. Es preocupante ver cómo los países proclaman ideales atemporales y orgánicos, pero la reafirmación de las particularidades de una ciudad puede ser vista como un signo de salud.
Las ciudades chinas tratan de contrarrestar la uniformidad a través de campañas para recuperar sus “espíritus” sui géneris. Harbin, por ejemplo, se enorgullece de su historia de tolerancia y apertura a los extranjeros. Por otra parte, el sitio Web oficial de Tel Aviv elogia, entre otros atractivos, el papel progresista de la ciudad como un centro mundial para la comunidad gay.
El orgullo urbano también puede impedir el desarrollo del nacionalismo extremo. La mayoría de las personas necesita una identidad común, pero puede ser mejor encontrarla en su apego a una ciudad que en su apego a un país que está armado y dispuesto a entrar en conflicto bélico con sus enemigos. Las personas que tienen un fuerte sentido de civismo, pueden tomar decisiones basadas en mucho más que simplemente un mero patriotismo, cuando se trata de decidir sobre compromisos nacionales
Las ciudades que tienen un fuerte espíritu distintivo también son capaces de alcanzar metas políticas que son difíciles de lograr a nivel nacional. China, Estados Unidos e incluso Canadá pueden tardar años en poner en práctica planes serios para enfrentar el cambio climático. Sin embargo, ciudades como Hangzhou, Portland y Vancouver se enorgullecen de su espíritu “verde”, y van mucho más allá de los requisitos nacionales en materia de protección del medio ambiente.
Se culpa a la urbanización de una amplia variedad de males sociales modernos, que van desde la delincuencia y la falta de civismo a la alienación y la anomia. Pero, mediante la infusión de sus espíritus e identidades únicas, nuestras ciudades, en los hechos, pueden ayudar a empoderar a la humanidad para enfrentar los desafíos más difíciles del siglo XXI.
Daniel A. Bell es profesor de Artes y Humanidades de la Universidad Jiaotong de Shanghái, y es profesor de Ética y Filosofía Política en la Universidad Tsinghua de Beijing.
Avner de-Shalit preside el grupo de Democracia y Derechos Humanos y es Decano de Ciencias Sociales de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

martes, 13 de marzo de 2012

jueves, 8 de marzo de 2012

Mix

Estados Unidos suele defender principios elevados, como la libertad y la democracia, y los incorpora exitosamente en su política exterior. Al defender la ayuda económica a Europa después de la Segunda Guerra Mundial, el general George C. Marshall, entonces secretario de Estado norteamericano, ofreció un discurso inspirador en el que sostenía que la política estadounidense no está dirigida contra "ningún país o doctrina, sino contra el hambre, la pobreza, la desesperación y el caos"

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Santiago Navajas:

De la gran importancia que se adjudica a la televisión como medio de formación de masas proviene el hecho de que casi todos los países sostengan, con cargo a los presupuestos y financiada por los impuestos, una cadena estatal, para que contrarreste el influjo, presuntamente perjudicial, que pueden ocasionar los canales privados con su afán de conquistar el éxito de audiencia por medio del entretenimiento (poco formativo en el mejor de los casos, directamente calificado de “basura” en el peor).
De esta forma, mientras que toda la prensa del franquismo fue desmantelada o privatizada (a nadie con dos dedos de frente se le ocurriría hablar hoy de la necesidad de que exista un periódico estatal), con la televisión no sucedió lo mismo: ahí está, a pesar de su enorme deuda, que crece año tras año como consecuencia de su déficit estructural, y de la sistemática manipulación a favor del Gobierno de turno.

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William McCrum era un empresario local y a la vez propietario del Milford Football Club (un modesto conjunto irlandés). Dentro del equipo ocupaba la plaza de cancerbero y en cierta ocasión, harto de la creciente violencia que cada vez más ejercían los jugadores, decidió introducir un tiro libre como castigo a una acción violenta durante el juego. Por entonces el fútbol estaba considerado como un deporte de caballeros.

La idea del penalty no solo gustó, sino que prosperó dentro de las diferentes federaciones locales, que la fueron introduciendo durante los siguientes años en sus respectivas ligas. Llegó a la federación británica y de ahí a la International Football Board.

El primer penalti fue lanzado en la temporada 1891-92 (resultando en gol) y fue obra de John Heath, jugador del Wolverhampton Wanderers, en el partido contra el Accrington el 14 de septiembre de 1891.

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Augustine de Hipona (350–430 d.C), un obispo influyente de los primeros años de la iglesia cristiana, enseñaba que la masturbación y otras formas de relaciones sin penetración eran pecados peores que la fornicación, la violación, el incesto o el adulterio. Sostenía que la masturbación y otras actividades sexuales no reproductivas eran pecados "antinaturales" porque eran anticonceptivos. Como la fornicación, la violación, el incesto y el adulterio podían conducir al embarazo, eran pecados "naturales" y por lo tanto muchos menos graves que los pecados "antinaturales". De esta manera y desde esta fecha, la masturbación fue considerada como un pecado más grave que una violación o el incesto.

La condena de Augustín de Hipona a la masturbación como pecado antinatural fue aceptada por toda la iglesia durante la Edad Media y restablecida en el Siglo XIII por Santo Tomás de Aquino en su Summa Theologica.

fuente:
http://www.sentadofrentealmundo.com/#ixzz1klhcUfy7

jueves, 1 de marzo de 2012

El ateismo no es nuevo


A veces da la impresión que esto del ateísmo es muy reciente pero gracias a un autor francés llamado Onfray (http://es.wikipedia.org/wiki/Michel_Onfray ) y sus libros se sabe que Demócrito, ese impresionante personaje que descubrió la existencia de los átomos y del vacío, dejó entrever que se podía explicar el mundo en términos racionales y dejar atrás la mitología y la adoración a los dioses propias de la época. Para el primer materialista conocido de la historia, el alma y el cuerpo son lo mismo: materia. Si el cuerpo muere, el alma también. Es exactamente lo que creo yo.

La vida es algo milagroso, con toda la tecnología que tenemos sólo pensar en una máquina como el corazón, que bombea sangre a todos los rincones del organismo (esa sangre que recoge oxígeno a su paso por los pulmones y circula hasta el corazón para ser impulsada de nuevo a todas las partes del cuerpo y que tras su viaje por el organismo es enviada de nuevo al corazón para que éste la bombee a los pulmones con el fin de recoger más oxígeno…), que ejecuta un ciclo en el que se contrae y se relaja rítmicamente (l
as pulsaciones cardíacas se inician mucho antes del nacimiento, en el embrión de pocas semanas y duran ininterrumpidamente durante toda la vida sin pararse jamás) a una media de 70 pulsaciones por minuto, ese ciclo en el que una persona normal a lo largo de su vida tendrá unos 40 millones de movimientos de su corazón…es realmente maravilloso, sin un solo descanso, una máquina autónoma y que, aunque regulada por nuestro cerebro, no somos conscientes de controlar y que además varía de ritmo adaptándose a nosotros…

Sí, la vida parece un milagro pero no lo es, la vida se ha desarrollado en múltiples formas en nuestro planeta (de momento no la conocemos fuera de él) y a mi al menos me llama mucho la atención esa variedad tanto vegetal como animal pero con todo el asombro que me provoca también conocemos hace ya años que el ciclo de la vida es físico y que tras la muerte de un ser vivo sólo queda la posibilidad de que el cuerpo, sea animal o vegetal, se descomponga y sirva de abono a nuevas formas físicas de vida.

Pero Demócrito fue más allá, decía que al no tener que preocuparse por el más allá, sino solamente por el más acá, el hombre puede ponerse en disposición de buscar la alegría. Eso no significa que defendiera el libertinaje, más bien al contrario: “no dejarse dominar por las pasiones que desequilibran; no desear más de lo que se tiene, ni hundirse en el deseo imposible de satisfacer; acceder a las alegrías que ofrece la existencia en la medida en que aumenten la adhesión al propio ser; definir lo útil y perjudicial mediante la satisfacción y el malestar; esforzarse en expulsar de sí las penas rebeldes”.

Veamos lo que nos dice Onfray de otro filósofo de la antigüedad: Epicuro, que ha pasado a la historia como “hedonista” y por culpa de la educación católica ese término tiene connotaciones peyorativas, algo erróneo ya que a su juicio “el hedonismo supone la obediencia al movimiento que nos impone la Naturaleza, que es el otro nombre de Dios. La sexualidad procede de las formas que lo divino adopta en el mundo”. Abrazar el goce y detestar el displacer y el sufrimiento es la tendencia natural, por lo que resulta lógico que el placer sea lo que oriente las virtudes” y añadía: “Si cuando morimos, dejamos de sentir, lo cual implica no padecer sufrimientos ni alegrías, entonces es absurdo temer a la muerte. Luego, en lugar de concentrarnos en lo que pasará cuando nos muramos, lo lógico sería que nos centrásemos en la vida, en la buena vida.” Onfray lo resume así: “¿Qué es eso de predicar el dolor como forma de vida? ¿Es este mundo un valle de lágrimas?” Para Epicuro, como para Onfray, la respuesta es contundente: “bajo ningún concepto se puede abrazar el sufrimiento como llave para una vida de placeres”.

Resumiendo, eso de sufrir en la vida porque gracias a eso tendremos una recompensa cuando muramos en el Paraíso es absurdo, aunque haya servido para domeñar los instintos rebeldes de la gente creyente durante siglos.