jueves, 21 de febrero de 2013

Mix



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Adolfo Rivero Caro:

Los americanos de 1770 se quejaban de que la Corona británica les cobrara impuestos pero no les concediera representación en el Parlamento. El lema “¡No a los impuestos sin representación!” se hizo enormemente popular. En un esfuerzo de reconciliación, la Corona canceló todos los impuestos menos el del té; éste lo mantuvo, simplemente, para mantener el principio.

En noviembre de 1773, tres barcos cargados de té llegaron a la bahía de Boston. En medio de una gran irritación popular, Hutchinson, el gobernador inglés, dijo que la carga sería desembarcada, y el impuesto cobrado. El activista Samuel Adams organizó un grupo que asaltó los barcos y arrojó la mercancía al agua. Puesto que una de las acepciones de party es, simplemente, “reunión social”, una tea party no es más que una reunión para tomar té. Samuel Adams y sus partidarios dijeron que su desafío a la Corona no era más que la forma de tomar el té en Boston. Este fue, prácticamente, el inicio de la guerra de la independencia americana.

Desde entonces, en Estados Unidos muchos desafíos espontáneos al gobierno son denominados tea parties, reuniones o, quizá mejor, rebeliones del té. Todos los países tienen expresiones similares. En Cuba, por ejemplo, cuando una situación es particularmente difícil se dice: “La caña está a tres trozos”.

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De http://www.atlantidaellibro.com/ :

La Atlántida, isla de Atlantis, es un lugar tan legendario como desconocido, citada y descrita por Platón con tal detalle que desde entonces ha existido en el imaginario común, a pesar de desconocer su situación exacta en el planeta. Ni siquiera hay constancia de que existiera en algún momento de la historia, y mucho menos de su posición geográfica.

El relato inicial platónico narra cómo el imperio de los atlantes es detenido por los atenienses. El imperio controló inmensos territorios en torno al Mediterráneo. El origen de aquellos está en la isla Atlántida, situada frente a las Columnas de Hércules, lo que las sitúa, según la tradición, frente al estrecho de Gibraltar. La isla, enorme, es arrasada finalmente por un terremoto y una inundación.

En algún lugar del Océano Atlántico se colocó la isla durante siglos. Sin punto preciso. En el siglo XVII, José Pellicer de Ossau tomó la Península Ibérica como el mítico lugar. Su razonamiento se basaba en una interpretación de las palabras griegas. El congresista estadounidense Ignatius Donnelly, en el siglo XIX, escribió una obra en la que tomando restos arqueológicos como base para su teoría, llegó a aseverar que la isla de la Atlántida había existido realmente. Lamentablemente, el tiempo hundió esta teoría, como si fuera aquella isla.

Teorías hay para todos los gustos. Desde aquellas que sitúan la Atlántida junto a Creta o cerca de Cuba, a otras que la sitúan en las Azores o incluso en la Antártida.
Hasta aquí las explicaciones más o menos científicas o rigurosas. Si vamos más allá aparecen los extraterrestres o teorías que describen a los atlantes como una raza de seres humanos muy anteriores a nuestra época, cuyos conocimientos y avances eran completamente asombrosos. Edgar Cayce utilizó el Triángulo de las Bermudas para explicar la desaparición de la isla. Según él, los atlantes poseían un enorme cristal canalizador de energía que acabó destruyéndolo y que acabó en el fondo del océano, haciendo desaparecer ahora barcos y aviones.

Para finalizar, hablemos de la isla de San Borondón, que estaría en el archipiélago de las Canarias y que algunos han tomado por la Atlántida. Esta isla, supuestamente, aparece y desaparece, y hasta ha sido consignada en algún mapa.

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(anécdota procedente de “The greatest war stories never told” de Rick Beye vía curistoria):

En 1945, un grupo de la inteligencia estadounidense fue lanzado en paracaídas en la jungla asiática para ayudar a las guerrilla a combatir contra los japoneses. Se encontraron con su líder enfermo de malaria y disentería y fue salvado por el médico americano. Después de aquello, se estrecharon sus relaciones y los americanos entregaron armas y munición a la guerrilla y esta a cambio ayudó a los pilotos de EEUU derribados e informó sobre los movimientos del enemigo.

Tiempo después de todo aquello, el líder de la guerrilla, Nguyen Ai Quoc, se reunió con el presidente Truman, y le solicitó ayuda para luchar por la independencia de su país, dominado por Francia. Los americanos decidieron que el tema era demasiado delicado y optaron por no involucrarse. Aún sin su ayudaNguyen Ai Quoc, el hombre que fue salvado por el ejército de EEUU y con el que tuvo ciertas relaciones, también conocido como Ho Chi Minh, inició la luego denominada “Guerra de Vietnam”. La carambola provocó que decenas de miles de americanos murieron combatiendo precisamente contra el ejército de aquel hombre.

(como se puede apreciar, no es excepcional en los EUA lo de apoyar a futuros enemigos, ocurrió con Stalin en la II Guerra Mundial y con Bin Laden en la de Afganistán)

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"Tal vez no haya intolerancia más imperdonable que la surgida de la religión organizada. Si bien por un lado todas las religiones organizadas enseñan la paz y el amor hacia el prójimo (y a menudo han intervenido exitosamente para prevenir o mitigar conflictos), por el otro ha habido en la historia ciertos momentos en que permitieron, alentaron e incluso propagaron el odio y la violencia. Ocurre con frecuencia que elementos marginales utilicen la religión como sostén para incitar a la violencia contra determinados grupos"
Tolerancia o guerra by David H. Shinn - Project Syndicate

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La bióloga Deborah Gordon ha popularizado la frase: “Las hormigas no son inteligentes, pero el hormiguero sí”. Una hormiga aislada no puede hacer gran cosa; pero una colonia es capaz de resolver con prontitud y eficacia problemas bastante complicados, como hallar el mejor camino a una fuente de alimentos u organizar la defensa de su territorio ante un súbito ataque; de la colaboración de miles de individuos surge lo que se ha denominado “inteligencia de enjambre”.

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1 comentario:

  1. Te voy a contar un chisme, aunque es un poco tarde.

    Hispalis (ciudad sobre palos o palafitica), Isbilya (ciudad de la isla) fueron nombres con los que se conoció Sevilla. Esto viene porque el Guadalquivir hace 2 brazos en algunas zonas y se forman islas y ese era un lugar ideal para montar una poblacion y protegerla apoyandose en el Rio.

    Delante de Sevilla tenemos Coria del Rio y despues Isla Mayor, Isla menor (lo mismo y ya no es isla) ... en fin, asi varios sitios antes de llegar a Sanlucar de Barrameda (Cadiz) que es donde desemboca.

    Pues bien, Hercules se dice que fue fundador de Sevilla, que viene en textos como Herakles y en una de las misiones (las famosas misiones de Hercules) tiene que cruzar las murallas, que es el Estrecho de Gibraltar y en otra tiene que cazar los toros de Gerion que es un Rey turdetano de aqui de la zona de Coria del Rio.

    Recientes investigaciones situan la Atlantida en Doñana. Se apoyan en movimientos de agua e imagenes por satélite y es bastante serio, lo que pasa es que no recuerdo el nombre del autor y no puedo enlazarte, pero buceando algo en Google seguro que sales (para mi hoy es muy tarde)

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