jueves, 14 de febrero de 2013

Preguntas retóricas


Si Dios es Todopoderoso y la iglesia católica es la verdadera, la única que sabe interpretar su voluntad y la única que sabe lo que Él quiere y no quiere que hagamos ¿Por qué no existe la iglesia católica desde siempre, por qué Dios sólo ha permitido conocer la religión más adecuada a todos aquellos que han nacido los últimos dos mil años, por qué dejó que miles de egipcios adoraran a falsos dioses y realizaran ritos equivocados durante miles de años, es que sólo los nacidos los 2 últimos milenios nos merecemos conocerLe y saber cómo actuar bien? Si tan importantes son los sacramentos de “la santa madre iglesia”, ¿Por qué Dios se los ha negado a todos aquellos que nacieron del año cero para atrás o a todos los habitantes de América hasta hace 500 años?

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¿Por qué sigue habiendo tantos demócratas monárquicos en España, desde cuando la sangre borbónica recoge mejor la voluntad del pueblo que las urnas? Y hablando de democracia, ¿Cómo es posible que se siga repitiendo la mentira de que la Constitución de 1978 es de todos si la inmensa mayoría de la población, todos los que hemos nacido tras 1960, no han podido votar para apoyarla o repudiarla?

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Tras este estudio que dice que la tercera parte de toda la comida comprada por los británicos acaba en la basura (http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_7392000/7392580.stm )
y que se supone es extrapolable a todo el “mundo occidental”, ¿Cómo tenemos la indecencia de echar la culpa a las multinacionales y a los gobiernos del hambre en el mundo si estas instituciones no son ni más ni menos que un reflejo de lo que nosotros somos y de cómo actuamos?

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¿Por qué se nos permite elegir en el IRPF la asignación a la iglesia católica o a los fines sociales si no se nos pregunta por las subvenciones al cine español o la construcción del AVE? ¿Por qué si damos la confianza al gobierno para gestionar el Presupuesto, para controlar los ingresos y los gastos se hace una excepción en algo tan fundamental como los gastos sociales, no es algo meramente efectista?

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¿Cómo explicar algo así?
Futility, or the Wreck of th Titan, algo así como, “Inutilidad, o el naufragio del Titán” es una novela escrita por Morgan Robertson. En esta obra, un buque transatlántico, llamado Titán, se hunde en el Atlántico Norte después de chocar contra un iceberg. ¿Les parece original este argumento? Seguramente dirían que no. Pero fue escrita en 1898, 14 años antes del hundimiento del famoso barco real casi homónimo: Titanic.

El barco de la novela, como el real, se hundió por culpa de un Iceberg, en el mes de abril y sin suficientes botes salvavidas para todas las personas que iba a bordo. La ficción fue escrita antes de que la clase Olympic, a la que pertenecía el Titanic, fuera diseñada, pero aún así las similitudes entre la realidad y lo descrito en lo escrito, en este aspecto, son sorprendentes. El Titán medía 800 pies y la eslora del Titanic era de 882 pies; la velocidad en la ficción era de 25 nudos y en la realidad fue de 23; y el equipo de salvamento descrito en el Titán, también parecía sacado del Titanic.

Por supuesto, en la novela el barco también se consideraba imposible de hundir. Ambos tenían la misma capacidad: 3.000 pasajeros. Uno, el Titanic, llevaba 20 botes salvavidas. El otro, el Titán, llevaba únicamente 4 más. El Titanic golpeó un iceberg en abril, de noche, a unas 400 millas de Terranova. El Titán, en la ficción, golpeó un iceberg en una noche de abril a unas 400 millas de Newfoundland, es decir, Terranova. Finalmente, el número de muertos es casi el mismo en los dos casos.

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